Bueno, pues el otro día fuí a Coruña a hacer unas cosillas y a despedirme de mis amigos coruñeses, y al bajar del autobús me encontré como todos los días en los que bajo en la parada a algún tío repartiendo panfletos de academias, lo cual me parece perfecto ya que es una manera de ganarse unas pelillas, y además le dán más emoción al ir por la calle, porque nadie me dirá que quiere coger el puto papelillo, vas viendo cómo te va subiendo la adrenalina a medida que te vas acercando a él pensando "que no me vea, que no me vea...", pero no vale con rezarle al Supremo, si de verdad no quieres coger la mierda de panfleto hay que currárselo cual Guerra del Golfo. Sobre todo cuenta la astucia y la estrategia, la posición es importante y saber colocarse justamente detrás de un tío al que le están dando la publicidad para poder pasar inadvertido, a veces vale la velocidad de las piernas y con un buen spring aparentando que tienes prisa puedes salvar la situación, aunque dos metros más adelante vuelvas a caminar a paso de tortuga, también cuenta para los más expertos la capacidad dialogativa "no gracias no me interesa...", a ellos les importa un carajo que te interese o no te interese, ellos quieren que cojas el puto papel y punto, no te han preguntado nada, por eso para intentar dialogar hay que estar plenamente capacitado sino te quieres volver con 500 papeletas de más, ya que esta gente está muy bien preparada mediante múltiples técnicas de tortura incluso olvidadas en la actualidad debido a su excesiva crueldad. Aunque por otro lado también me dan un poco de pena, ya que la gente no tiene ninguna consideración, o que le cuesta a la gente llevar el papel encima durante tres minutejos de nada en vez de echarlo en la primera papelera que vean, sí esa en la que ya hay otros dos mil papeluchos iguales, que aunque estén entrenados tienen sus corazoncitos hombre, que ve como se echa todo su trabajo a la basura, nunca mejor dicho, que generalmente si la gente no lo echa en la primera papelera que ven es porque ésa ya está llena a reventar.
Otros con los que me parto con son los que reparten la prensa gratuíta, vamos a ver ¿por qué hay tres tíos en un metro cuadrado disfrazados de colorines? que parecen una bandera gigante de Italia. A esos sí que es absolutamente imposible, y digo absolutamente imposible deshacerse de ellos, ya les puedes decir misa, ponerte detras de quien sea o salir corriendo que éstos a parte de ser entrenados en torturas son atletas profesionales.
En fin que si no llegas a casa con algun tipo de periódico, publicidad o lata de conservas es que puedes vivir perfectamente durante cuatro meses en medio de la jungla sin ser visto por ningún ingígena porque habrás logrado lo imposible.
Saludos de Escrotín.